Se acerca el verano y eso significa que se acerca también el momento de irnos de Campamento. En Aula Joven, llevamos más de 20 años disfrutando de veranos inolvidables.Una de nuestras instalaciones más veteranas es Piedralaves.

Piedralaves es mágico, tiene algo especial que hace que cada año las plazas vuelen. Este año tenemos dos instalaciones, el Aula y el Joven, eso significa que el doble de niños podrán venir a disfrutar de ella.

Hoy,Carlos Bolaños, su coordinador, nos explica qué es eso que tiene Piedralaves que tanto engancha a los niños:

PIEDRALAVES, UN LUGAR LLENO DE VIDA

Si me preguntas que es Piedralaves, es algo difícil y fácil de describir, fácil porque hablamos de un pueblo precioso, enmarcado en un paisaje espectacular, rodeado de naturaleza en la ladera del Valle del Tietar, con un clima envidiable para el verano, donde los días no son demasiado calientes y las noches muy agradables.

A su vez es muy difícil de describir, porque los campamentos de Piedralaves son un lugar donde cada momento, cada vivencia se trasforma en un recuerdo inolvidable, un pedazo de vida que se queda fotografiada en nuestra memoria como algo irrepetible, donde he visto que las  personas pueden ser ellas mismas sin pudor, donde ser uno mismo no tiene ninguna repercusión porque todos nos aceptamos, donde cada sonrisa se multiplica por diez, donde cada baile se convierte en el único, donde cada lágrima encuentra infinitos hombros donde apoyarse, donde cada historia tiene un hueco, donde los juegos y dinámicas pasan a otra dimensión como las mejores, donde podemos pensar, reflexionar y empatizar con los que tenemos al lado, donde aunque vaya solo siempre terminare con miles de amigos, donde estos amigos son únicos, y son mis amigos de campamento, donde pequeños, medianos y mayores terminamos siendo uno. Donde descubro mis sentimientos, los que ya conocía y otros nuevos que no sabía ni que se podrían tener.

Año tras año, veo como pasa gente por el campamento, desde mis viejos compañeros con los que he tenido grandes vivencias y aventuras (os quiero muchachos a pesar de que la vida nos haya distanciado, lo vivido será eterno) a jóvenes compañeros que fueron acampados año tras año, los cuales descubro nuevamente y me enamoran sus personalidades, sus ganas de querer hacer las cosas, como dicen ellos, devolver lo que un día recibieron, cariño, dedicación, cuidado, diversión, escucha, cercanía, entrega, esfuerzo por hacer que cada momento y cada dia sea inolvidable para cada uno de los participantes.

Cada año veo como los que ayer eran los peques hoy no quieren dejar de ir, quieren ser lo acampados eternos, porque como siempre hablamos, después de tantos años de grandes momentos, no entendemos un verano sin PIEDRALAVES.