Carlos Bolaños, Coordinador Campamento Joven
Carlos Bolaños, Coordinador Campamento Joven

Carlos Bolaños es el superveterano de los coordinadores de campamento de Aula Joven.
Piedralaves ha llegado a convertirse en su hábitat natural. Conoce el Campamento Joven como la palma de su mano y tiene una legión de niños repetidores que lloran al cumplir los 16 porque saben que no podrán volver al campamento el año siguiente.
Es inagotable, no para ni un momento y sabe como enganchar a los chavales para sacar lo mejor de ellos desde el primer día que aterrizan allí y consigue hacer de cada campamento una experiencia inolvidable para todos.

Cuéntanos brevemente cómo llegaste a Aula Joven y tu experiencia con nosotros

Esta pregunta es difícil de contestar porque hace mucho de eso, ¡¡noooo, que es broma!!. La verdad es que llegue a Aula Joven un poco de rebote. Acababa de terminar de estudiar Técnico Superior en Actividades Físicas y me preparaba para empezar a estudiar una carrera en la universidad (Magisterio de Educación Física), un excompañero mío ya estaba trabajando aquí y me llamo para dar clases de actividades deportivas a niños.
Probé con las extraescolares en un centro, y luego fueron dos y después tres,… es decir, que vieron que funcionaba bien y más adelante me dieron un puesto en la oficina con más responsabilidad. Y así ha sido hasta la fecha en la que Aula Joven confía en mí para diseñar, programar y ejecutar los campamentos de verano. Trabajar en las extraescolares en la sección deportiva, entrenando a chicos y chicas en la actividad de baloncesto y coordinando los fines de semana de competición.

¿Por qué te gusta trabajar en campamentos de naturaleza?

– Porque es un medio que, junto con mi padre y hermanos, he vivido desde pequeño. No los campamentos como tal pero si las acampadas. En el campo me siento como pez en el agua. Desde que empecé a trabajar con Aula Joven siempre quise ir de campamento pero no tenia la titulación requerida para ello, así es que realicé el curso de monitor en la escuela de tiempo libre Aula Joven y mi primer campamento como monitor fue en Piedralaves.
Descubrí un mundo que me volvía loco, en el buen sentido, y desde entonces no fallo.
Me gusta trabajar en los campamentos por varias razones; la sensación de liberación, el cambio de la ciudad al campo me relaja, desarrollamos mucho la imaginación para crear nuevas actividades que sorprendan a los chavales y estos, por su parte, están más a gusto allí, son más naturales, más ellos mismos.

¿Qué crees que les aportan los campamentos a los niños?

Lo primero y mas importante es que es una experiencia inolvidable para ellos. Luego es un desarrollo personal del niño y un paso adelante en la independencia doméstica. En el campamento van a limpiar, a ordenar, a recoger…, en definitiva, van a adquirir hábitos y responsabilidades. Además de desarrollar su capacidad de relacionarse y convivir con otros chicos/as desconocidos o conocidos.

– ¿Fuiste de campamento cuando eras pequeño?, ¿qué diferencias ves entre los campamentos de antes y los de ahora?

La verdad es que fui una vez, sólo una, porque en mi familia no había posibles, y el recuerdo que tengo es un poco escaso, aunque si que se me quedaron grabadas algunas de las cosas que allí viví.
Las diferencias que yo encuentro en el campamento al que fui y los campamentos que organizamos son muchas. Las instalaciones en general de los campamentos han cambiado mucho. Antes se tendía más a la tienda de campaña, ahora se tiende más a los albergues. Los campamentos de ahora se realizan con más presupuesto, más recursos, más materiales y se plantean otro tipo de actividades. Si es cierto que la esencia de las actividades se mantiene, pero los campamentos se modernizan y las actividades son más atractivas.

– ¿Qué les dirías a los padres para que apunten a sus hijos a un campamento?,

1. Hay que dejar que los niños se nos hagan grandes dándoles responsabilidades.
2. Es un tiempo en el que el niño, por encima de todo, va a disfrutar y pasarlo bien.
3. El niño aprende a ser autónomo y a colaborar, asumiendo pequeñas tareas que, normalmente, no hacen en casa.
4. Aprenden a vivir y convivir con otros semejantes, a relacionarse con los demás.

– ¿Y a los niños?

1.-Es un buen momento para desconectar (cambiar el chip) del día a día y disfrutar después de un duro año de estudio y trabajo.
2.- Van a divertirse un montón desde que entran por la puerta hasta que volvamos a llegar a Madrid.
3.- Todos los años hay sorpresas nuevas. Si quieres descubrirlas, tienes que venir 😉
4.- Hacemos un montón de actividades muy divertidas y sobre todo, muy atractivas para ellos.
5.- Van a encontrar amigos nuevos. Es un tiempo en el que van a compartir muchos buenos momentos con los compañeros de los que no se querrán separar después del campamento.