Raquel Arquero, Coordinadora Eresma
Raquel Arquero, Coordinadora Eresma

Lleva un montón de años trabajando en Aula Joven. Ha pasado por casi todos los puestos, ha sido Monitora de extraescolares y de campamento, Ayudante de coordinador, Coordinadora presencial en colegios, y ahora, desde la oficina, es Coordinadora de Equipos de extraescolares, de la Escuela de Ocio y Tiempo Libre y se le pasa el curso soñando con el verano para volver a Eresma, el campamento que coordina en Valladolid, que ya se ha convertido segunda casa. Es toda ilusión y buena voluntad y no queremos perderla nunca porque le encanta su trabajo y nos trae su pensamiento positivo cada mañana. Si queréis conocerla mejor, no tenéis más que leer su enrevista aquí, y también podéis seguirla en Twitter, ella es @RaquelArquero.

Cuéntanos brevemente cómo llegaste a Aula Joven y tu experiencia con nosotros
Con 20 años estaba estudiando Magisterio y había hecho cursos y trabajos relacionados con el tiempo libre. Un día me llamaron de Aula Joven para hacer una entrevista y me ofrecieron unas clases de inglés en el colegio Padre Poveda. Era el colegio donde había estudiado toda mi vida así que… ¿Se podía pedir más? Realicé clases de inglés, de ludoteca, de cuentacuentos… pasé por varios coles, coordiné presencialmente algún cole, campamentos urbanos… y un verano decidí probar los campamentos de naturaleza donde toda mi vida había querido ir. Como era de esperar, me enamoré de la experiencia y ahora…. coordino cada verano una de las instalaciones que tenemos. Durante el curso, estoy en la oficina, coordinando las extraescolares de varios colegios. Y desde hace un año y medio, coordino la Escuela de Tiempo Libre que forma a muchos de nuestros futuros monitores.

– ¿Por qué te gusta trabajar en campamentos de naturaleza?
Los campamentos son algo totalmente diferente a lo que hago el resto del año y es algo muy especial. Para los niños los campamentos son algo increíble y ver como lo viven ellos me hace sentir especial. Reconozco que es un mes muy cansado y que el trabajo que realizamos es muy duro, pero aporta tantos momentos buenos que no deseas perdértelos pase lo que pase.

– ¿Qué crees que les aportan los campamentos a los niños?
Creo que podría decir una serie interminable de cosas buenas… Algunas como autonomía, sentido de la responsabilidad, respeto, colaboración, desarrollo personal… También les hace vivir una aventura con todo lo que eso conlleva, emoción, fantasía, alegría, compañerismo y por supuesto diversión. Es fabuloso ver las risas de los niños con cosas tan sencillas como un chapuzón en el río, un paseo bajo las estrellas, o las confesiones nocturnas con sus amigas del alma, mientras se esconden bajo su saco de dormir.

– ¿Fuiste de campamento cuando eras pequeño?, ¿qué diferencias ves entre los campamentos de antes y los de ahora?
Cuando era niña siempre quería ir a un campamento pero nunca fui. La primera vez que lo hice tenía ya 23 años. A pesar de todo, ese verano, supe que repetiría año tras año…

– ¿Qué les dirías a los padres para que apunten a sus hijos a un campamento?, ¿Y a los niños?
A los padres les diría que es una experiencia que merece la pena vivir, y que les ayuda tanto a los niños como a ellos (a ambos les viene bien pasar un tiempo solos).
A los niños les diría que un campamento es algo único, donde cada momento es especial. Es el único sitio donde puedes llenarte todo el cuerpo con pintura, donde puedes hacer pirámides humanas, mancharte la cara de harina, lanzar a los demás globos de agua sin enfados, disfrazarte de quien tú quieras, saltar a bomba en la piscina, cantar lo más fuerte que puedas… y reirte con tus compañeros mientras caes dormido en la cama.