Sin duda para muchos padres es la pregunta del millón; ¿qué campamento elijo para mis hijos?.
No creemos que haya una respuesta infalible para ellos, ni os vamos a contestar, “el de Aula Joven por supuesto” ;-), se trata de que valoréis los aspectos que consideréis importantes para vosotros y vuestros hijos.
Ellos tienen que estar cuidados y a gusto, pasárselo bien y disfrutar mientras estén fuera, pero vosotros, los padres tenéis que estar tranquilos porque sabéis que están bien y que habéis elegido una organización solvente y con recursos. Y para eso hay que informarse y preguntar todas las dudas que se tengan. Es muy importante tenerlo claro y transmitir a los chavales seguridad (ellos quieren ir y vosotros que ellos vayan) y compartir con ellos la experiencia del campamento, aunque a los padres os toque quedaros en casa.
En la medida de lo posible, ir o no de campamento, debería ser una decisión consensuada entre ambas partes y es muy importante tener en cuenta las aficiones de los chavales. Por ejemplo, si tiene que ir de campamento porque hay que ocupar parte de las vacaciones y le encanta el ajedrez, ¿por qué no contar con ello a la hora de buscarle un campamento?. Y si no tiene ninguna afición concreta, un campamento con una programación variada será estupendo, porque fomentará su curiosidad en ámbitos diversos.
La edad también es importante pero cada niño es un mundo. Los hay que con 6 están preparados para pasar fuera de casa dos semanas y algunos que con 12, una semana se les hace larga. Nadie conoce mejor a vuestros hijos que vosotros mismos, aunque también es verdad que, de vez en cuando, os sorprenden y el más tímido es el rey del campamento al segundo día.
No es cuestión de forzarles a hacer lo que no quieren, hay otros recursos si los chavales no quieren estar fuera de casa, pero es verdad que los campamentos fomentan su autonomía. Allí se hacen mayores y se descubren a sí mismos haciendo cosas que ni imaginaban porque en casa las tienen resueltas; aprenden a relacionarse con gente de fuera de su entorno habitual, lo que contribuye a su socialización, conocen sitios diferentes, aprenden a valorar lo que tienen en casa, a respetar normas distintas a las habituales, etc. Los campamentos les ayudan a crecer y es nuestra responsabilidad contribuir a ello.
Si es la primera vez que van, podemos buscar un campamento más corto, o un programa completo de dos semanas en el que se sentirán más respaldados si van con alguien conocido (compañeros del cole, del barrio, primos), pero tampoco es imprescindible porque hacer nuevos amigos es parte de la experiencia que tienen que vivir.
Para las familias es importante conocer físicamente el campamento, con que instalaciones cuenta y en qué estado están. Para implicarlos desde el principio en la decisión sobre el campamento a elegir, es importante mostrarles fotos, vídeos y visitarlo si se puede. Conocer el espacio les dará seguridad y a vosotros os ayudará a haceros una idea de todo lo que os cuenten mientras estén allí.